Capítulo 5
En este capítulo vemos el libro de las generaciones de Adán.
Algo extraordinario que pude encontrar aquí está en los primeros dos versículos donde dice: «El día que creó Dios al hombre, a semejanza de Dios lo hizo. Varón y hembra los creó; y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adán, el día en que fueron creados.» Wao! aquí vemos como, aunque con vasos diferentes, en espíritu somos lo mismo para Dios. Cuando nos referimos a vasos es a cuerpo físico diferentes, funciones, capacidades y habilidades complementarias, pero nuestro cuerpo espiritual es identificado como el mismo por que a Dios le agrada su comunicación con ambos, no con uno más que otro.
Las generaciones descritas aquí son 14 en total y hay algunos que es necesario detenernos porque nos enseñan cosas hermosas sobre nuestro Dios.
1. Caminó Enoc con Dios, y desapareció porque le llevó Dios (v. 24)
Estas mismas palabras se usan para describir a Elías en Hebreos. Esto significa traslado a la presencia de Dios sin enfrentar muerte física. Procuremos caminar con Dios en el transcurso de nuestra. No hay nada más hermoso que que Dios te considere su amigo.
2. Vemos a Noé y lo que se dice de él: Éste nos aliviará de nuestras obras y del trabajo de nuestras manos (v. 29). Aquí resalta la importancia de los nombres, el cual marca un destino y un propósito en las personas. Que nuestras palabras siempre sean de afirmación y bendición a los demás y que nuestros hijos sean entregados en ofrenda a nuestro Dios y marcados con un destino profético por medio de sus nombres. Esto nos ayudará nunca olvidar lo que Dios hará con ellos y a través de ellos.
3. Vemos la descendencia de Noé: Sem, Cam y Jafet, de los cuales hablaremos más adelante.
Capítulos 6, 7 y 8
Podemos ver aquí, como las generaciones desde Adán hasta Noé sufren una crisis de identidad y en la relación con Dios, trayendo como resultado pecado, desenfreno y separación de la relación con Dios. Mientras todo esto ocurría, Dios decidió raer de la faz de la tierra, pues la perversión era grande, mas había uno que, era varón perfecto en sus generaciones y caminó con Dios (v. 8-9). Este hombre era Noé.
Dios establece su primer pacto (pacto noético) con el hombre, aquí establece parámetros de como Noé debe preparar el arca, qué hacer luego de terminado el diluvio y cómo debe proceder con la tierra. También aquí Dios establece su pacto incondicional de que la tierra jamás será destruida con diluvio y pone por señal un arcoíris en el cielo. El significado del arcoíris no es otro que recordar que Dios mostró su misericordia con el ser humano. Es un símbolo de amor del Padre con su creación.
Vemos como termina el capitulo 8:
20 Y edificó Noé un altar a Jehová, y tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia, y ofreció holocausto en el altar.
21 Y percibió Jehová olor grato; y dijo Jehová en su corazón: No volveré más a maldecir la tierra por causa del hombre; porque el intento del corazón del hombre es malo desde su juventud; ni volveré más a destruir todo ser viviente, como he hecho.
22 Mientras la tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche.
Estudio Bíblico Cronológico
Autor: Mujer Con Destino en Dios
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